El primer ministro irlandés, Leo Varadkar, dimitió este jueves después de que la Cámara Baja del Parlamento del país (Dáil) no consiguiera alcanzar un consenso para designar a un jefe de Gobierno tras las elecciones del pasado 8 de febrero.

La líder del izquierdista Sinn Féin, Mary Lou McDonald, fue la candidata con más votos, 45, aunque no logró los suficientes apoyos para ser elegida, mientras que el líder del centrista Fianna Fáil, Micheál Martin, obtuvo 41. Varadkar, al frente del democristiano Fine Gael, sumó 36 votos.

Varadkar presentó su renuncia durante un encuentro con el presidente Michael Higgins, según informó la televisión pública RTE y seguirá ocupando el cargo de manera interina hasta que se nombre a un sucesor.

El Parlamento irlandés se reunía este jueves por primera vez desde los comicios, en los que ningún partido logró una mayoría clara y el gobernante Fine Gael quedó relegado a tercera fuerza con un 20,9 % de los votos, por detrás del Fianna Fáil (22,2 %) y el Sinn Féin, antiguo brazo político del ahora inactivo IRA (24,5 %).

Los partidos han iniciado ya los contactos para tratar de formar un Ejecutivo de coalición, pero por el momento las dos mayores formaciones rechazan entrar en un Gobierno con el Sinn Féin.

Tras el bloqueo en el que acabó esa primera sesión para tratar de designar a un nuevo 'premier', los parlamentarios la suspendieron hasta el próximo 5 de marzo, dando a los principales líderes un margen de dos semanas para acercar posturas. Varadkar afirmó que su Administración continuará en funcionamiento durante ese periodo, pero evitará, en la medida de lo posible, adoptar decisiones políticas de peso y comprometer grandes partidas de fondos.

"Sobre todos nosotros recae la responsabilidad de asegurar un buen Gobierno y, desde luego, una buena oposición. Creo que el mayor deber lo tienen aquellos que han hecho enormes promesas de cambio a los ciudadanos en estas elecciones. A ellos les han confiado el mandato de aprobar un programa de Gobierno", afirmó el dirigente democristiano ante los diputados. "Si no pueden hacerlo, deberían decirlo claramente y ser honestos sobre sus fallos y las promesas vacías que han hecho", advirtió Varadkar, antes de dirigirse a la reunión con Higgins en la que presentó su renuncia.