Un diario del sur de China se ha enfrentado de manera abierta e inédita a las autoridades al publicar en su primera página un editorial titulado "Por favor, liberadle", después de que la Policía detuviera a uno de sus reporteros tras desvelar el fraude cometido por una importante firma.

"Queridos lectores, nuestro periodista Chen Yongzhou escribió sobre los problemas financieros de (la empresa) Zoomlion y fue detenido por la policía acusado de dañar el prestigio empresarial. Por esto tenemos que alzar la voz", explica el diario "Modern Express" de la provincia sureña de Cantón, a sus lectores.

El arresto de Chen se produjo la semana pasada en Cantón, capital de la provincia del mismo nombre, después de una serie de quince noticias publicadas por el "Modern Express" entre septiembre de 2012 y junio de 2013. En ellas, el periodista argumentó que Zoomlion, segundo mayor fabricante de equipo para la construcción de China, exageró sus beneficios y manipuló el mercado.

Su detención es la segunda que se produce entre los reporteros de "Modern Express" en pocos meses, después de que Liu Hu fuera arrestado por difamación tras pedir en internet que se investigase a Ma Zhengqi, subdirector de la Administración del Estado para la Industria y el Comercio.

Según explica el rotativo, Chen fue detenido por policías de Changsha. Los efectivos se extralimitaron en su jurisdicción para arrestar al periodista y les acusaron de "dañar la reputación comercial" de la firma. La policía de Changsha sólo anunció el arresto de Chen, al indicar en su cuenta oficial de Weibo, el Twitter chino, que investigan el caso y que el reportero fue detenido legalmente el día 19.

"Siempre creímos que si trabajábamos de manera responsable, no tendríamos ningún problema; y si, por cualquier cosa, lo teníamos, podríamos publicar correcciones y pedir perdón. Y si la cosa se pusiera muy seria, nos prepararíamos para un juicio, y si perdiéramos, pagaríamos la compensación demandada", se lamenta el "Modern Express". "Los hechos evidencian que fuimos muy ingenuos", añade el diario.

Ante ello, el rotativo ha decidido arriesgarse  con este acto inédito que rompe con la censura habitual que pesa sobre los medios, tras haber permanecido "callados" desde la detención con la esperanza de que el asunto se pudiera resolver a puerta cerrada. Es una decisión vista como un último acto de "desesperación" en busca del apoyo de la opinión pública.

"El editorial que ocupa su portada, con un tono burlón y acerbo, fue aparentemente una medida tomada por el periódico como último recurso", señaló el investigador del proyecto China Media de la Universidad de Hong Kong, David Bandurski, quien destaca el riesgo que implica la publicación de hoy. "Casos como este raramente se discuten de manera tan abierta" en China, advierte el experto.