Los carabineros accedieron a la sucursal, detuvieron al individuo y liberaron a los rehenes, según informó la televisión pública italiana, RAI. El general de los Carabineros Claudio Domizi explicó a la RAI que el secuestrador, armado con un cuchillo, se rindió tras "una larga negociación" e indicó que no se han produjeron víctimas en la operación de liberación.
El secuestrador ha sido identificado como Francesco Amato, de 55 años y uno de los 125 condenados el pasado miércoles en primer grado en el proceso "Aemilia", el mayor juicio sobre la infiltración de la 'Ndrangheta, la mafia calabresa, en regiones del norte italiano.
Amato fue condenado a 19 años de prisión, pero desde que se dictó sentencia permaneció en paradero desconocido, eludiendo el ingreso a prisión. Los magistrados le ven como uno de los organizadores de un clan vinculado a la 'Ndrangheta, la mafia más poderosa de Italia, y para la que ejercía extorsiones para permitir su infiltración en el tejido administrativo y empresarial de la región de Emilia Romagna.
En declaraciones a la RAI, el secuestrador dijo que su acción era para protestar contra el "proceso político" en su contra: "Hacia mi no hay pruebas al cien por cien, yo no tengo nada que ver", denunció por teléfono, notablemente exaltado.
El hombre accedió a esta sucursal situada en la periferia de Reggio Emilia en torno a las 09.00 (08.00 GMT) e hizo salir a todas las personas que se encontraban dentro menos a cinco, entre ellas la directora de la oficina, según la primera reconstrucción. Inmediatamente después llegaron al lugar agentes de Policía, del cuerpo de Carabineros y autoridades judiciales, que procedieron con las negociaciones, según explicó la Policía en su perfil de Twitter.
Pasado el mediodía el asaltante permitió la salida de una mujer que afirmaba sentirse mal, una de las cajeras de la oficina, y ya en la calle fue socorrida por el personal de Emergencias. Instantes antes de rendirse, permitió la salida de otros dos rehenes, informan los medios locales.