Las fuerzas de seguridad iraquíes han detenido a un niño de 13 años que portaba un chaleco bomba y estaba dispuesto a hacerse explotar. Según el grupo de medios kurdo Rudaw, los agentes le arrebataron el explosivo después de un forcejeo.

La detención se produce menos de 24 horas después de que otro menor detonara la carga explosiva que portaba adherida a su cuerpo en una celebración kurda y dejara 51 personas fallecidas y casi un centenar de heridos.