La Fiscalía egipcia ha ordenado procesar a un médico y a un padre por someter a las tres hijas de este a mutilación genital femenina tras llevarlas a una clínica bajo el engaño de que las iba a vacunar contra el coronavirus.
Las niñas, todas menores de 18 años, informaron a su madre -divorciada del padre- de la situación y la mujer puso el incidente en conocimiento de las autoridades, según indica el Ministerio Fiscal en un comunicado.
Las investigaciones policiales y el informe del médico forense confirmaron lo ocurrido, organizado de antemano con engaño. El padre de las víctimas y el facultativo han sido acusados por la mutilación y por ponerse de acuerdo para cometer el delito, según la Fiscalía, que ha subrayado su intención de abordar estos crímenes y la necesidad de agravar el castigo si su autor es médico.
Más de un 90% de las mujeres casadas de entre 15 y 49 años han sido sometidas a mutilación genital en Egipto, según datos de la ONU que apuntan que el país lidera las estadísticas en Oriente Medio sobre esta brutal práctica. El 82% de las mujeres que han sufrido este procedimiento, castigado penalmente en Egipto, fueron operadas en un centro clínico, una tendencia al alza en el país, según un informe de su Ministerio de Salud publicado en 2014.
A pesar de que el Gobierno egipcio prohibió las ablaciones en 2008 y en 2016 las tipificó como delito penal, su práctica continúa extendida en áreas rurales, donde se llega a realizar con instrumentos rudimentarios y no esterilizados, como cuchillas de afeitar.
El pasado mes de febrero, una niña de 12 años murió tras ser sometida a mutilación genital por un médico que se encuentra en libertad, según denuncian desde la Fundación Los Cinco, dedicada a la lucha contra esta lacra. En 2013, otra niña de 13 años murió en una situación similar, un caso que se volvió emblemático porque supuso la primera condena de un médico por practicar la mutilación.