Dairo Antonio Úsuga posaba con paso tranquilo cuando aparecía esposado y conducido por dos soldados armados con fusiles automáticos, llegando a esbozar una sonrisa. 'Otoniel' era el narcotraficante más buscado y más peligroso de Colombia.
El presidente Iván Duque ha comparado esta detención "con la caída de Pablo Escobar", en lo que considera "el golpe más duro que se le ha efectuado al narcotráfico en este siglo".
La captura del temido líder del Clan del Golfo llegaba tras horas de intenso combate, por tierra y aire, en la selva de Antioquía, donde se refugiaba. Una vez arrestado, y ya subido al helicóptero, los militares no perdían la oportunidad de fotografiarse con él. Orgullosos ellos de posar con un sonriente narcotraficante.
Tenía más de 120 órdenes de detención y Estados Unidos había llegado a ofrecer cuatro millones y medio de euros por una pista sobre su paradero. Desde 2012, 'Otoniel' era el líder máximo del clan y está acusado de narcotráfico, homicidio y delitos de lesa humanidad.
Ya en 2015, se logró incautar más de 400 toneladas de cocaína. Durante años han ido cayendo personas de su entorno, pero hasta hoy ninguna operación de captura había tenido éxito.
Su detención refuerza al presidente Iván Duque, aunque, si bien lo pone en jaque, no será el fin del Clan del Golfo. La descentralización y el tamaño de la organización criminal le permitiría seguir operando en el futuro.