Unas 30 personas han sido detenidas en Nantes durante una manifestación de protesta contra la violencia policial, en reacción a la muerte del joven Steven Maia Caniço, que cayó a un río en esta ciudad del noroeste del país tras una polémica carga policial.

Fuentes policiales apuntaron la detención de 30 personas tras la concentración pacífica de un centenar de ellas cerca del lugar donde fue hallado esta semana el cuerpo de Maia, de 24 años.

La familia había pedido que la reunión se desarrollara con calma. Así, un centenar de personas acudió con un brazalete negro en señal de protesta, y dedicaron al joven desaparecido un minuto de silencio y un largo aplauso.

La concentración continuó luego como una marcha por el centro de la ciudad para continuar la protesta contra la violencia policial.

Un grupo se dirigió hasta la prefectura de Policía donde se produjeron los primeros enfrentamientos entre manifestantes encapuchados, que lanzaron objetos, señales de tráfico previamente arrancadas y vallas metálicas, y fuerzas del orden, que respondieron con camiones de agua y gases lacrimógenos.

Maia asistía a un concierto de música electrónica en las riberas del Loira, en Nantes, durante la celebración de la fiesta de la música el 21 de junio de 2019.

Un importante dispositivo acudió al lugar para dar por terminado el concierto, donde fue recibido con el lanzamiento de objetos por parte de los asistentes, lo que se tradujo en una carga policial y el uso de gases lacrimógenos.

Asistentes al concierto contaron que fueron cegados por una nube de gases lacrimógenos, tras lo cual algunos de ellos saltaron al río, del que 14 personas fueron rescatadas por los servicios de emergencias.

Tras más de un mes desaparecido, el cadáver de la víctima apareció en el río. Al día siguiente, el primer ministro francés, Édouard Philippe, anunció la intención del Gobierno de esclarecer las circunstancias en las que murió Maia, tras la mencionada carga policial que ha valido fuertes críticas al Ejecutivo.