La crisis de escasez de alimentos y productos básicos en Venezuela está afectando al conjunto de la sociedad del país, en el que además de las personas, los perros también son víctimas de esta carencia de comida. La situación ha obligado a abrir varios refugios de animales.
La manutención de estos animales de compañía se ha convertido en un lujo, por lo que la mayoría acaba siendo abandonado, puesto que un saco de comida casi duplica el salario mínimo mensual. Una bolsa de 20 kilos de comida para perro cuesta alrededor de 40 euros, según informa Reuters.
El fotógrafo Carlos Garcia Rawlins ha captado con su lente el deplorable estado de desnutrición de muchos perros que deambulan por las calles de el país.