Klaus Radner, un alemán que perdió a su hija y a su nieto en la tragedia de aérea de Germanwings, ha presentado una denuncia penal ante la Fiscalía de Fráncfort contra quienes considera responsables de que el causante voluntario del siniestro, el piloto Andreas Lubitz, que presentaba un amplio historial de problemas psicológicos, contase con una licencia para volar, según ha informado el periódico 'Welt am Sonntag'.

"Si los médicos (de la compañía aérea) y el perito (de la LBA) hubiesen cumplido con sus obligaciones legales, la catástrofe no hubiese tenido lugar", argumenta la denuncia, a la que ha tenido acceso la publicación alemana. El denunciante ha alegado que Lubitz, de 27 años, obtuvo su licencia debido a un permiso especial de los médicos, que conocían los problemas del piloto, y que la LBA aceptó. Además, ha indicado que ya en 2009 una revisión del entonces candidato a piloto había estipulado que serían necesarios nuevos controles para vigilar la evolución de sus problemas psicológicos, algo que no sucedió.

Según se ha podido saber a raíz de la investigación de la tragedia, Lubitz había pasado por hasta 40 consultas médicas por diversos trastornos psíquicos y depresiones, tenía tendencias suicidas y el día en que estrelló el aparato al quedarse solo en la cabina debía estar de baja médica, aunque no se lo comunicó a sus superiores.

En la tragedia del 24 de marzo de los Alpes franceses murieron la hija del denunciante, la cantante de ópera Maria Radner, así como su compañero sentimental Sascha y el hijo de ambos, Felix, de 18 meses. Entre las víctimas hubo 72 alemanes y 47 españoles y, entre otras nacionalidades, había tres argentinos, dos colombianos, un mexicano y dos venezolanos.