Qandeel Baloch es la última víctima de un crimen de honor en Pakistán al estrangularla su hermano porque consideraba que fotos que ella subía a las redes sociales son 'inapropiadas' para la moral musulmana: "Su hermano vino a dormir a su casa y la asfixió" dice la Policía.

Baloch era una defensora de los derechos de la mujer, algo mal visto en una sociedad machista y conservadora. En su lucha por el empoderamiento femenino, llegó a rechazar su matrimonio concertado. Tenía más de 730.000 seguidores en Facebook.

En pleno mes de ramadán una foto con un alto clérigo musulmán en actitud distendida, disparó su popularidad, pero también las críticas y amenazas. Hace solo unas horas, su hermano, cumplía la suya.

El asesinato sorprendía a sus vecinos y reabría el debate sobre los "crímenes de honor", mujeres asesinadas por un familiar cercano por supuestas actitudes que deshonran a la familia, muertes que la sociedad pakistaní tolera.

En lo que va de año, 262 mujeres han fallecido en el país. El gobierno pakistaní prometió una regulación más firme para que los cerca de 1.000 casos de media al año no queden impunes, pero las mujeres pakistaníes y la sociedad internacional, siguen esperando.

Baloch había dicho a su familia que no se sentía segura en el país y siguió subiendo fotos, hasta solo un día antes de ser asesinada.