Uno de los detenidos por los tiroteos contra dos mezquitas en Nueva Zelanda en los que murieron 49 personas compareció ante un tribunal tras la masacre en la ciudad de Christchurch. El sospechoso, identificado como Brenton Harrison Tarrant, un australiano de 28 años, ha sido imputado con un cargo de asesinato por la matanza.

Las autoridades neozelandesas prevén imputar más cargos al detenido, al que el juez decretó prisión provisional hasta que comparezca de nuevo ante el tribunal el próximo 5 de abril.

El presunto autor, con ropa blanca de preso y con grilletes en las manos y los pies, hizo un gesto con las manos propio de los grupos de supremacía blanca flanqueado por dos policías en el tribunal del distrito de Christchurch.

Los ataques se produjeron en dos mezquitas situadas en el centro de Christchurch, la mayor ciudad de la Isla Sur del país, en el día del rezo musulmán. Un total de 41 víctimas murieron en el tiroteo en la mezquita Al Noor, mientras que otros 7 fallecieron en la de Linwood y otra persona fue declarada muerta en el hospital.

La primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, que ayer calificó los tiroteos como un "ataque terrorista", dijo que el acusado tenía dos fusiles semiautomáticos y dos escopetas con licencia y se comprometió a cambiar las leyes sobre tenencia de armas en el país.

"El individuo acusado de asesinato no llamó la atención de los servicios de inteligencia -ni de la policía- por extremismo", indicó la mandataria, quien agregó que tampoco tenía antecedentes penales. Ardern también dijo que dos de las armas parecían haber sido modificadas y aseguró que el asaltante "tenía toda la intención de seguir con el ataque" cuando fue detenido. De los otros tres detenidos ayer, Ardern señaló que uno fue liberado sin cargos y que otros dos están siendo investigados por la policía.

La Policía indicó que no busca a ningún otro sospechoso por los atentados, si bien no descartó que hubiera más personas implicadas, mientras que la primera ministra aseguró que el país mantiene el estado de alerta.

El atacante, con ropa militar, grabó durante 17 minutos la matanza en una de las mezquitas y lo retransmitió en directo en Facebook, donde se podía ver cómo disparaba a bocajarro contra numerosas personas y cambiaba al menos dos veces de cargador. El supuesto responsable también colgó un manifiesto en las redes sociales con ideología extremista y proclamas contra los musulmanes los inmigrantes.