Decenas de manifestantes se han congregado frente al Tribunal Supremo británico con mordazas y pancartas para denunciar el cierre del Parlamento, mientras este delibera sobre la legalidad del mismo.

Los manifestantes han acusado a Boris Johnson de secuestrar la democracia, pero será la justicia quien finalmente decida si la maniobra del primer ministro es legal o no. Mientras, Johnson ha afirmado en numerosas ocasiones que confía en un Brexit ordenado, pero no descarta la salida 'dura' de Reino Unido de la Unión Europea: "Quizá tengamos que salir sin acuerdo, si es necesario".

La presidenta del Tribunal Supremo británico, Brenda Hale, dijo que el eventual dictamen de esta corte sobre la decisión del Gobierno de suspender el Parlamento no tendrá que ver con "cómo ni cuándo" se ejecuta el "brexit".

Por su parte, el que fuera primer ministro inglés ha confesado que Johnson nunca le planteó una salida de la Unión Europea. Según Cameron, en privado le aseguraba que la campaña por el Brexit supondría un gran fracaso, pero acabó abrazándola por pura estrategia política. "Él no quería dejar pasar la oportunidad de estar en el lado romántico, patriótico, nacionalista del Brexit", ha apuntado el político.