En la grabación, de más de diez minutos de duración y cuya autenticidad no ha podido ser comprobada, un hombre con la cara tapada salvo los ojos acusa a los ciudadanos sirios de espiar para el primer ministro británico, David Cameron, a quien llama "esclavo de la Casa Blanca".
El supuesto yihadista, que habla en un perfecto inglés con acento británico, está rodeado de otros cuatro terroristas, y todos ellos disparan a las cinco víctimas, todas ellas arrodilladas y ataviadas con monos naranjas, como es habitual en los vídeos del EI.