Los cuerpos se acumulan en una calle de la ciudad de Palu, en Indonesia, y algunos habitantes siguen encontrando víctimas entre los escombros. Son las consecuencias de un terremoto de magnitud 7,5 y un tsunami que han devastado la isla de Célebes. Algunos medios locales hablan de más de 400 muertos, una cifra que podría aumentar.

"Todavía estamos validando los números. Creemos que el número de víctimas seguirá aumentando", ha afirmado un portavoz de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres.

Algunas olas llegaron a alcanzar los seis metros de altura. Una de ellas poco a poco se acercó a la costa hasta impactar y arrasar con todo a su paso. La gente huyó entre gritos mientras se inundaban las calles.

Minutos antes se producía el seísmo. La ciudad temblaba y una cámara de seguridad captaba a la gente huyendo de una tienda por miedo a que de desplomase el edificio.

En la calle, más de 500 heridos. Muchos tenían que ser trasladados a hospitales. Mientras, las Fuerzas Armadas se desplegaban para ayudar a la población.

Este devastador tsunami supone la segunda tragedia en poco más de un mes. En julio y agosto, Indonesia ya sufrió varios terremotos en las Isla de Lombok donde murieron más 500 personas.