La cuenta de Instagram @187gangsters se presenta de una manera directa y concisa en las redes: "¿Estás en la cárcel? Pues envíanos tus vídeos por privado o Whatsapp". La página cuenta con más de 100.000 seguidores y tiene páginas propias en Facebook, Youtube, Twitter y una página web de venta de ropa propia.
Se pueden encontrar vídeos del día a día de los presos en las cárceles de todo el mundo, desde presos consumiendo cocaína, peleas en los baños, haciendo ejercicio dentro de las celdas o imágenes de lo que comen. Y todo ello decorado de fotos de mujeres en ropa interior y con el número 187 escrito en alguna parte de su cuerpo o con fajos de billetes.
Publicaciones en las que principalmente priman los momentos de ocio dentro de la cárcel, envueltos en un clímax irreverente y provocativo. Como por ejemplo, un vídeo en el que varios presos de una cárcel inglesa se pelean con escobillas de wáter.
La franquicia cuenta con ocho administradores y aseguran tener material suficiente para nutrir su cuenta durante los dos próximos años. Pero lo que muchos se preguntan tras ver esta cuenta, es cómo llegan los presos de todo el mundo a tener teléfonos inteligentes dentro de la cárcel.
Uno de los vídeos que ha provocado mayor revuelo proviene de una cárcel española. En el vídeo se muestran varias placas de hachís sobre la cama de uno de los presos, junto a un móvil de última generación.
Desde su creación, a la cuenta le han salido múltiples imitadores en las redes que quieren sumarse a este fenómeno. Los creadores de la cuenta declaran que el objetivo es mostrar la vida real en prisión, sin la distorsión de guionistas o reporteros: "Nos llegan imágenes de Inglaterra o Francia donde se puede ver que la cárcel es un infierno".