Cuál es el cónclave más corto del último siglo (y de la historia)

¿Cuánto dura un cónclave? Nunca se sabe. Es complicado que un papa salga elegido en la primera votación, pero lo cierto es que a lo largo de la historia se han ido modificando las normas que regulan los procesos de elección papal para evitar que se alarguen innecesariamente. De hecho, este proceso se llama cónclave a raíz del que fue el más largo de la historia: tuvo lugar en Viterbo en 1268, convocado a la muerte de Clemente IV.

Aquella larguísima elección duró más de 33 meses, con un pueblo enfadado dado que los gastos corrían a cargo de los contribuyentes y los cardenales parecían no tener ningún interés en designar un pontífice. Murieron una decena de cardenales y el lugar donde se votaba llegó a ser sitiado por los habitantes de Viterbo, hasta que se tomó la decisión de encerrarlos bajo llave (cum clave, en latín) para que tomaran una decisión. Desde aquel, una treintena de cónclaves han durado un mes o más.

Pero también ha habido cónclaves muy cortos. De hecho, en el último siglo ninguno ha durado más de una semana. El más largo de la historia reciente fue el de 1958, del que salió elegido Pío XI: hubo que votar 14 veces y pasaron unos cinco días desde que comenzó hasta que finalizó. Al contrario, el más corto de la historia reciente fue el cónclave de 1939: al borde de la Segunda Guerra Mundial, 62 cardenales apostaron por Eugenio Pacelli, el entonces camarlengo, para elevarlo a papa. El que luego fue conocido como Pío XII tardó en ser elegido menos de un día, en sólo tres votaciones.

Sin embargo, el cónclave más corto de la historia, de más de 2.000 años de historia que ha dejado una larguísima lista de papas, tuvo lugar en octubre de 1503. En aquel cónclave participaron sólo 38 cardenales y duró únicamente 10 horas: de aquí salió elegido Giuliano della Rovere, que escogió para su pontificado el nombre Julio II.