Los bombardeos rusos han vuelto a azotar Járkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania, matando al menos a dos personas e hiriendo a al menos 21. Una de las bombas del Kremlin ha destrozado una mezquita, un centro médico y una zona comercial, según funcionarios y testigos en el lugar.

La policía de la ciudad nororiental de Járkov ha asegurado que varias bombas de racimo han caído en el mercado de Barabashovo, un bazar público donde los periodistas de Associated Press capturaron la terrible escena de una mujer llorando sobre el cuerpo muerto de su marido, tal y como muestran las duras imágenes del vídeo principal de esta noticia. Las autoridades locales han informado de que el bombardeo también acusó una parada de autobús, un gimnasio y un edificio residencial.

El ataque se produjo después de que Rusia reiterara este miércoles sus planes de apoderarse de territorios más allá del este de Ucrania, donde el ejército ruso ha pasado meses tratando de conquistar la región ucraniana de Donbás, al sur de Járkov.

El alcalde de Járkov, Ihor Terekhov, ha asegurado que los ataques del jueves tenían como objetivo una de las áreas más pobladas de la ciudad, que antes de la guerra tenía una población de alrededor de 1,4 millones.

La Policía aún no ha confirmado que las bombas de racimo tuvieran como objetivo el mercado de Barabashovo. Sin embargo, los corresponsales de AP en la zona han asegurado haber visto tarjetas quemadas y un autobús atravesado por metralla cerca del lugar. El gobernador de la región de Járkov, Oleh Syniehubov, ha informado de cuatro personas en estado grave. Además, habría un niño entre los heridos en el bombardeo.