Con unas 111.000 personas evacuadas, el de Kabul es el rescate aéreo más numeroso que se ha efectuado en tan poco tiempo. En los últimos días, España ha sacado de Afganistán a unas 2.206 personas.

El 19 de agosto empezaba a correr el calendario, solo unos días después de que los talibanes entraran en la capital afgana. Ese día aterrizó en la base aérea de Torrejón de Ardoz el primer avión de evacuados: en él viajaban los primeros 53 refugiados que pudieron escapar de Kabul, a los que seguirían otros muchos.

El 20 de agosto aterrizaba el segundo avión de repatriación fletado por el Gobierno español. En él llegaba a España, entre otras personas, Nilofar Bayat, capitana del equipo de baloncesto en silla de ruedas de Afganistán, que se ha convertido en uno de los rostros de la tragedia afgana. Una vez en Bilbao, pedía "ayudar a Afganistán" y no dejar solos a sus habitantes.

Con la ciudad tomada por los talibanes, cada vez resultaba más difícil llegar al aeropuerto de Kabul. El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, señalaba el pasado 20 de agosto que la dificultad real eran "los últimos metros hasta acercarse a la puerta" del aeródromo, por los controles talibanes y una "marea humana" que impedía el acceso.

Con el paso de los días, la base de Torrejón se convirtió en el centro logístico de la llegada de refugiados. El 21 de agosto, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, visitaba Torrejón junto al presidente del Consejo, Charles Michel, y Pedro Sánchez. En aquella visita, Von der Leyen descartaba reconocer a los talibanes ni mantener conversaciones políticas con los fundamentalistas.

En esos momentos se empieza a asumir que sería imposible evacuar a todos antes del 31 de agosto, la fecha establecida por Estados Unidos para la retirada definitiva de sus tropas.

El jueves, el atentado en el aeropuerto de Kabul, que ha dejado al menos 170 víctimas mortales, complicaba aún más las cosas y aceleraba las evacuaciones. Tan solo un día después, este viernes, el presidente Pedro Sánchez recibía a pie de pista a los pasajeros del último avión de evacuación.

Así, España daba la misión por finalizada tras evacuar a más de 2.000 personas. Sin embargo, muchas se han quedado en el país y esperan la mínima posibilidad de escapar.