En su primera aparición en públicodespués del intento de magnicidio, la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, ha abandonado su casa de Buenos Aires y ha saludado a sus seguidores.

Sonriente, Fernández de Kirchner ha agradecido las muestras de apoyo recibidas después de que el pasado jueves un hombre tratara de acabar con su vida encañonándole directamente en la cabeza con una pistola y apretando el gatillo en dos ocasiones. Sin embargo, la bala no salió.

Minutos antes de su reaparición este sábado, la vicepresidenta argentina ha recibido, entre grandes medidas de seguridad, la visita del presidente Alberto Fernández.

Argentina todavía está en shock después de que Fernando Andrés Sabag Montielencañonara el jueves por la noche a Cristina Fernández de Kirchner en la puerta de su casa.

Un ataque condenado por la sociedad argentina: cientos de miles de personas han tomado las calles de diferentes ciudades en señal de solidaridad.

En la abarrotada Plaza de Mayo de Buenos Aires, frente al Palacio Rosado, desde donde Cristina Fernández de Kirchner dirigió el país entre 2007 y 2015, la muchedumbre ha expresado su apoyo. "Esa bala es el resumen de un discurso de odio", indica un ciudadano. "Tenemos que lograr más respeto entre los argentinos y que no se fomente más el odio", añade una mujer.

Miembros del Gobierno y de la sociedad civil se han unido en defensa de la democracia y la actriz Alejandra Darín ha tomado la palabra para abogar por el diálogo: "Nadie que defienda la República puede permanecer en silencio".

Cristina Fernández de Kirchner ha declarado que no fue consciente de que su agresor portaba una pistola en el momento del ataque. Mientras, el detenido se ha negado a declarar ante la jueza y el fiscal, aunque sí ha reconocido la propiedad de la pistola que engatilló.