La cristiana Asia Bibi ha sido declarada libre por el Tribunal Supremo paquistaní, que ha desestimado una apelación contra su absolución del delito de blasfemia por el que fue condenada a muerte, en el último escollo al que se enfrentaba para recuperar la libertad y salir del país.

La decisión del Supremo respalda su veredicto del pasado 31 de octubre cuando retiró la sentencia a muerte contra Asia por supuestamente haber insultado al profeta del islam, por lo que pasó ocho años en el corredor de la muerte.

"La apelación es desestimada", ha afirmado el presidente del Supremo paquistaní, Asif Saeed Khosa, al frente de la corte de tres jueces que estudiaron el recurso presentado por el clérigo Qari Mohamed Salam, quien la denunció en 2009.

Khosa ha señalado que el abogado de la acusación no demostró errores en el veredicto de absolución y rechazó además su petición para incluir eruditos del islam en el tribunal,

"¿Dice el islam que uno debe ser castigado si el crimen no ha sido probado?", se preguntó el jurista en una sala abarrotada de público, entre ellos Salam, quien cubierto por un pañuelo parecía insatisfecho por la decisión judicial.

El abogado de la cristiana, Saiful Malook, que regresó a Pakistán este fin de semana tras meses exiliado en Europa por miedo a represalias por parte de islamistas, ha celebrado la decisión ante las cámaras de televisión frente al tribunal.

"Asia Bibi es una mujer libre y vivirá en un hermoso país", ha afirmado Malook, sin desvelar el destino, aunque dos de las cinco hijas de la mujer cristiana han viajado a Canadá.

Amnistía Internacional también ha celebrado la decisión y ha afirmado en su Twitter que su "camino a la libertad ha estado plagado de injusticia, violencia e intimidaciones".

Por su parte, Shafiq Ameeni, jefe interino del partido islamista Tehreek-e-Labbaik Pakistan (TLP), que prácticamente paralizó el país durante tres días cuando lo cristiana fue absuelta, ha pedido a los seguidores del grupo que protesten por la decisión judicial y ha acusado al primer ministro, Imran Khan, de causar dolor a millones de paquistaníes.