Hacinados en un campamento improvisado en Loon-Plage (Francia), cientos de hombres, mujeres y niños se encuentran entre Dunquerque y Calais, apenas a 40 kilómetros de Reino Unido en una travesía por mar que esta semana arrebataba la vida a 27 personas.
Para poner abordar la situación, Francia ha reunido en Calais a los ministros de Interior de Bélgica, Alemania y Países Bajos, y representantes de la Comisión Europea. Reino Unido no ha sido invitado.
Una de las conclusiones de la reunión ha sido la de acordar que un avión de Frontex patrulle el Canal de La Mancha para disuadir las travesías por mar. Estará activo a partir del próximo 1 de diciembre.
También se ha hablado de una mayor coordinación entre autoridades, incluso con las británicas. Se pide además a Reino Unido que asuma su responsabilidad en el efecto llamada que crea.
Para Alex Fraser, director de apoyo a refugiados de Cruz Roja en Reino Unido, cree que lo que estamos viviendo era "cuestión de tiempo con este aumento de gente haciendo estos viajes tan peligrosos".
Y es que, en lo que va de 2021, más de 25.700 personas han llegado por mar a Reino Unido, cuando en todo 2020 apenas se registraron 8.000. Contrasta con el número descendente de solicitudes de asilo. Para los expertos, hay una explicación, como comenta en el vídeo Concepción Anguita, profesora de Relaciones Internacionales: la falta de rutas seguras alternativas.
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La crisis tensiona todavía más si cabe las relaciones entre Francia y Reino Unido, que ha pedido por carta que sus vecinos se hagan cargo de las personas que llegan a sus costas. Una acción que rechazan las ONG que piden a Europa una política migratoria común con medidas que aseguren, por ejemplo, la solicitud de asilo desde el país de origen.