La provincia de Crimea se cambia de país. Con una victoria aplastante en el referéndum de ayer, la población dice adiós al Gobierno de Kiev y abraza a la Rusia de Vladimir Putin. El rublo es ya la moneda oficial, los relojes se adelantarán dos horas para vivir como en Moscú y las minorías de la península miran al futuro con preocupación.