El despacho oval ya tiene el sello Trump, el dorado cuelga frente a las ventanas de la estancia más importante de la Casa Blanca. Las cortinas, antes granates, ahora tienen color oro. Un estilo que no sorprende si vemos los letreros de la torre Trump o el interior de la misma, su casa, donde hay dorado por todas partes.

Es el cambio más evidente pero no el único, Trump ha recuperado un busto de Winston Churchill, quitando el protagonismo al de Martin Luther King que tenía Obama.

Al contrario que en su despacho de la Torre Trump, el nuevo presidente ha dejado despejado el escritorio principal y también el de detrás, donde Obama tenía numerosas fotos familiares. La silla, también la ha cambiado a su gusto, una de botones más clásica que la anterior aunque del mismo color.

En el suelo hay más diferencias; Trump ha desterrado la alfombra que encargó Obama con frases de expresidentes del país. Entre ellas, la de Lincoln de "un Gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo". La ha mandado al almacén y de allí ha rescatado otra de cuyo centro salen rayos de sol.

Pequeños cambios en los cuadros y en los sofás completan el nuevo despacho oval a gusto del nuevo y nada discreto inquilino.