Desde esa medianoche no puede entrar ni salir nadie de las cuatro localidades aisladas en Cataluña, las primeras en España aisladas para evitar la propagación del coronavirus. Las autoridades han confinado a 66.000 vecinos de Igualada, Santa Margarida de Montbui, Vilanova del Cami, y Odena (Conca de Odena) hasta nueva orden.

El operativo se ha denominado Oris y lo forman más de un centenar de agentes de Mossos, que están controlando los accesos a los municipios barceloneses. Según informa la periodista de la Sexta Dayana García desde Igualdad, están realizando un minucioso control de los vehículos que quieren entrar o salir.

Dentro del perímetro de confinamiento, los ciudadanos sí que podrán moverse, pueden ir a hacer la compra a los supermercados, a la farmacia, pero de manera excepcional. Desde el Govern se pide a las personas afectadas que minimicen su actividad para frenar cuanto antes la escalada de casos de coronavirus.

El gobierno catalán tomó anoche la decisión de confinar la zona después de detectar un brote de coronavirus en el Hospital de Igualada que ha provocado tres muertos y medio centenar de infectados, de los que una treintena son profesionales sanitarios.

Las autoridades garantizan el suministro de alimentos y la prestación de los servicios esenciales.

La consellera de Salud, Alba Vergés, ha subrayado que se garantizará el suministro de alimentos y otros productos en la región, así como la prestación de servicios esenciales. "Como conciudadana de Igualada, quiero asegurar que si se toma esta medida es porque estamos firmemente convencidos de que es necesaria", ha destacado Vergés, que se ha emocionado en algún momento de su intervención, especialmente al final, cuando ha mandado un saludo a sus padres, su marido y sus dos hijos, que se hallan dentro de la zona de confinamiento.

Dispositivo policial

En caso de no obedecer al confinamiento decretado, la sanción prevista en la Ley de Protección Civil puede ascender hasta los 60.000 euros, según han informado fuentes del ejecutivo. El comisario jefe de los Mossos d'Esquadra, Eduard Sallent, ha informado de que el dispositivo policial destinado a este efecto constará de 106 policías, que se subdividirán en tres grupos.

El primero se ocupará del "control perimétrico", otro se dedicará a "asistir a la ciudadanía" y el tercero y último será para "acompañar" a efectivos de servicios básicos como la limpieza de calles o el abastecimiento de alimentos.

Saltarse el confinamiento puede conllevar multas de hasta 60.000 euros.

Vergés ha admitido que la situación es "realmente muy compleja" y que para abordarla se están adoptando medidas como redirigir a algunos pacientes y reprogramar asistencias no prioritarias. Esta medida se suma a otras que ya ha anunciado la Generalitat catalana este jueves, como el cierre de todos los centros educativos y universidades a partir de mañana viernes. Todo, con el objetivo de "bajar el ritmo" de la vida en la comunidad autónoma y "frenar la curva" de contagios por coronavirus.