Corea del Norte disparó este sábado un misil balístico desde un submarino (SLBM), una prueba que se produce en vísperas de la llegada al poder de un nuevo presidente en Corea del Sur y de una visita de Joe Biden a Seúl que vendrá marcada además por el nuevo test nuclear que está preparando el régimen de Kim Jong-un.

"Nuestro ejército detectó hoy a las 14.07 (5.07 GMT) que Corea del Norte disparó un misil balístico de corto alcance, que se estima que es un SLBM, desde la zona costera de Sinpo en la provincia de Hamgyong del Sur hacia el mar del Este (nombre que recibe el mar de Japón en las dos Coreas)", explicó el Estado Mayor Conjunto (JCS) en un comunicado.

Sinpo, en la costa oriental del país, es donde se encuentra el centro de desarrollo norcoreano de submarinos y de misiles balísticos para sumergibles (SLBM), y es la zona donde el régimen suele testar este tipo de proyectiles.

"El rango de vuelo detectado del misil balístico lanzado en esta ocasión fue de unos 600 kilómetros y una altitud máxima alcanzada de unos 60 kilómetros", detalló el JCS, que aseguró que "las autoridades de inteligencia de Corea del Sur y EE.UU. están analizando de manera pormenorizada las especificaciones detalladas".

El órgano militar surcoreano volvió a insistir hoy en que "los recientes lanzamientos de una serie de misiles balísticos por parte de Corea del Norte constituyen una grave amenaza para la paz y la estabilidad de la península de Corea, así como para la comunidad internacional".

Ya van 15 ensayos

El de hoy es el décimo quinto ensayo de proyectiles que lleva a cabo el régimen de Kim Jong-un desde que empezó el año, una cifra récord que supone casi un lanzamiento por semana en este 2022.

El JCS apuntó que estos test suponen "una clara violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU" e instó a Pionyang a cesar este tipo de acciones, algo que también hizo el Consejo de Seguridad Nacional (NSC) surcoreano.

Pionyang lleva desde mediados de la pasada década desarrollando la familia de misiles de combustible sólido Pukguksong, casi todos SLBM diseñados para su submarino de la clase Gorae (también llamado Sinpo por los analistas). En 2019 el régimen desveló además un nuevo sumergible más grande (bautizado Sinpo-C por la comunidad de expertos) que tendría capacidad para cargar hasta cuatro SLBM (el Gorae carga solo uno).

Aunque el Sinpo-C siga aparentemente en desarrollo y el Gorae sea en realidad un modelo experimental no operativo, los avances norcoreanos en tecnología SLBM desde 2014 son más que notorios, con diferentes modelos de Pukguksong en continuo desarrollo.

Algunos de los diseños de SLBM más nuevos, de hecho, fueron incluidos en un desfile que se celebró el 25 de abril en Pionyang para celebrar el 90 aniversario de la fundación del ejército norcoreano. En la carrera por desarrollar una flota de sumergibles que puedan elevar al arsenal norcoreano a un nuevo y peligroso nivel, el propio Kim Jong-un afirmó en el congreso del Partido de los Trabajadores del año pasado que el régimen tiene planeado desarrollar un submarino de propulsión nuclear.

Ese submarino se enmarca en un plan quinquenal de desarrollo armamentístico aprobado en ese mismo congreso por Corea del Norte, que sigue cerrada a cal y canto por la pandemia, sin un plan de vacunación contra la COVID-19 en el horizonte y sin disposición de retomar el diálogo con EE.UU.

Es ese plan quinquenal el que está detrás del actual número récord de pruebas de armas, con la de hoy teniendo lugar apenas tres días después de que Pionyang disparara un proyectil que se cree que pudo ser un misil balístico intercontinental (ICBM).

El hecho de que los medios estatales no informaran de ese test al día siguiente, como suelen hacer habitualmente, hace pensar que el ensayo del ICBM resultó fallido, como ya sucedió con otro ICBM lanzado el 16 de marzo.

La prueba de hoy llega además tres días antes de que acceda al cargo de presidente en Corea del Sur el conservador Yoon Suk-yeol, que ha prometido una postura menos tolerante con el vecino del norte.

Yoon tiene además previsto reunirse en Seúl con el presidente estadounidense, Joe Biden, el próximo 21 de mayo, una visita en la que el programa de armas norcoreano ocupará un lugar central.

Más aún cuando el propio Departamento de Estado dijera ayer en Washington que Corea del Norte podría estar listo para realizar este mismo mes una prueba nuclear, que sería la primera de este tipo desde 2017.

Desde hace meses los satélites están captando imágenes de continua actividad en el centro de pruebas nucleares de Punggye-ri, donde una de las galerías que el régimen inutilizó en 2018 de cara a favorecer el diálogo diplomático con EE.UU. ha sido reabierta y está siendo ahora acondicionada.