Continúa la escalada de tensiónen la península de Corea. Pyongyang ha vuelto a lanzar un misil balístico hacia el mar de Japón, tras lanzar la víspera uno de corto alcance. En esta ocasión, sin embargo, podría tratarse de un misil intercontinental, según han denunciado este viernes las autoridades niponas y surcoreanas.

El Ejército surcoreano ha indicado que tiene indicios de que Corea del Norte ha lanzado un misil balístico de largo alcance y el primer ministro de Japón, Fumio Kishida, ha señalado que el "aparente misil balístico intercontinental probablemente cayó dentro de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de Japón".

Por su parte, el presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, ha reunido a su Consejo de Seguridad Nacional para que implemente "medidas de disuasión" y ha dado instrucciones de fortalecer la defensa del país. Además, ha ordenado imponer "una fuerte condena y sanciones" contra su vecino del norte, incluida una respuesta del Consejo de Seguridad de la ONU junto a EEUU y la comunidad internacional.

Horas después del lanzamiento norcoreano, los ejércitos surcoreano y estadounidense han respondido disparando bombas guiadas a modo de prueba desde cazas F-35, además de realizar otras maniobras aéreas combinadas sobre el mar de Japón.

Un misil capaz de llegar a EEUU

El portavoz gubernamental japonés, Hirokazu Matsuno, ha detallado que, según los primeros análisis, el misil voló unos 1.000 kilómetros, alcanzando un apogeo de unos 6.000 km antes de caer dentro de la ZEE nipona, a unos 200 kilómetros al oeste de la isla de Oshima.

Matsuno ha explicado que se había informado a los aviones y barcos en la zona, aunque por el momento se desconoce si se produjo algún daño. "Los frecuentes lanzamientos de misiles por parte de Pyongyang amenazan la paz y seguridad de Japón y de toda la región y la comunidad internacional, por lo que no se pueden permitir", ha aseverado.

Por su parte, el ministro de Defensa, Yasukazu Hamada, ha concretado que el misil habría volado durante unos 69 minutos, desde su lanzamiento poco después de las 10:00 hora local (01:00 GMT), y que, según estiman, este tipo de proyectiles podría volar hasta 15.000 kilómetros de distancia y llegar a territorio estadounidense.

Por su parte, el Estado Mayor Conjunto surcoreano ha comunicado datos similares, indicando que el proyectil voló 1.000 kilómetros alcanzando un apogeo de 6.100 km y una velocidad de Mach 22, que equivale a romper 22 veces la barrera del sonido, aunque "las especificaciones concretas están siendo analizadas detenidamente por las autoridades de inteligencia" de Corea del Sur y Estados Unidos.

Tanto Tokio como Seúl detectaron durante la mañana el lanzamiento hacia el este del misil, en apariencia balístico. Según las autoridades surcoreanas, se realizó en el área de Sunan, donde se encuentra el aeropuerto internacional de Pyongyang, lugar elegido por el régimen de Kim Jong-un para lanzar también misiles intercontinentales en febrero, marzo y el pasado 3 de noviembre, aunque dos de esos lanzamientos resultaron fallidos.

Escalada de tensión

Este nuevo lanzamiento se produce después de que, el jueves, Corea del Norte amenazara Estados Unidos con acciones militares "más feroces" si continuasen las actividades militares junto a Seúl y Tokio en la región.

"Cuanto más entusiasta sea EEUU en la 'oferta reforzada de disuasión ampliada' con sus aliados y cuanto más intensifiquen las actividades militares de provocación y fanfarronería en la península de Corea, más feroz será la reacción militar de la República Popular Democrática de Corea en proporción directa a ella", advirtió la ministra norcoreana Choe Son Hui.

Esta nueva prueba por parte del Pyongyang escala aún más las tensiones en la región después de que en las últimas semanas Corea del Norte haya lanzado decenas de misiles balísticos en ensayos prohibidos por resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, en respuesta a las maniobras militares estadounidense-coreanas que considera un ensayo de invasión.

Tanto Washington como el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) han compartido evidencias sobre un "probable" ensayo de Corea del Norte con misiles nucleares, que sería el primero desde 2017, tras la escalada de las últimas semanas.

Condena internacional

Estados Unidos ya ha asegurado que este nuevo misil aumenta la tensión de forma innecesaria y supone un riesgo desestabilizador para la situación de seguridad en la región.

En un comunicado, la Casa Blanca ha aseverado que el lanzamiento es una violación "descarada" de muchas resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y urge a todos los países a condenarlo y a emplazar a Corea del Norte a sentarse en la mesa de negociación para una conversación "seria".

La vicepresidenta Kamala Harris, a su vez, ha convocado una reunión en los márgenes de la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico en Tailandia para abordar el lanzamiento norcoreano. En el encuentro han participado los líderes de Japón, Corea del Sur, Australia, Nueva Zelanda y Canadá, que, según la Casa Blanca, "han pedido a Corea del Norte que abandone las provocaciones innecesarias y vuelva a una diplomacia seria y sostenida".

También Pedro Sánchez, que se encuentra precisamente de visita en Corea del Sur, ha condenado "en los términos más enérgicos" las pruebas con misiles norcoreanos y trasladado al presidente Yook su apoyo y su preocupación por esta escalada. El mandatario español se lo ha manifestado en la reunión que han mantenido en Seúl y en la rueda de prensa que ambos han ofrecido posteriormente.

Incluso Rusia ha dicho seguir "con alarma" la situación en la península de Corea, ha trasladado el viceministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Riabkov, que ha reprochado que "la labor en los formatos que antes se empleaban para debatir el tema de la desnuclearización de la península coreana y el fortalecimiento de la seguridad fue paralizada por Washington".