Corea del Norte lanzó el martes un misil desde el zona occidental de su territorio que sobrevoló el norte de Japón y recorrió más de 2.700 kilómetros antes de caer en el mar a unos 1.180 kilómetros del cabo de Erimo, en el extremo nororiental del archipiélago nipón. El lanzamiento fue realizado por primera vez desde la capital norcoreana, Pyongyang, "por orden de Kim Jong-un", quien supervisó los preparativos del test y expresó su "gran satisfacción por el exitoso lanzamiento", detalló KCNA.

El misil "impactó con precisión las aguas meta establecidas" y "no tuvo ningún impacto en la seguridad de los países vecinos", se hizo eco el medio oficial norcoreano. "En el ejercicio quedó demostrada la capacidad operativa de las unidades de artillería Hwasong de la Fuerza Estratégica del Ejército Popular de Corea del Norte para una guerra real y la eficiencia de combate del recién equipado misil de medio alcance", dijo el medio. El líder norcoreano felicitó a los artilleros por su labor y destacó la necesidad de modernizar su fuerza estratégica realizando más ensayos de misiles con el Pacífico como objetivo en el futuro.

El del martes fue el decimotercer lanzamiento exitoso de un misil balístico por parte de Corea del Norte en lo que va de año y se produjo después de que el pasado sábado lanzara tres proyectiles de corto alcance a las aguas del mar de Japón. Los últimos test han valido al hermético país la condena de la comunidad internacional y del Consejo de Seguridad de la ONU, que calificó las acciones de Pyongyang como "indignantes" e insistió en exigir el "cese inmediato" de sus lanzamientos de misiles.

Con su último ensayo, en el que por primera vez desde 2009 un misil norcoreano sobrevoló territorio nipón, Pyongyang habría querido demostrar su capacidad para alcanzar el entorno de la isla de Guam. Pyongyang amenazó con bombardear las aguas cercanas a esta isla, sede de importantes bases militares estadounidenses, en su reciente escalada de tensión con Washington, que se templó después de que Kim dijera que observaría "un poco más" a dicho país antes de atacar.

Kim criticó el martes la decisión de Estados Unidos de responder a su "advertencia" con los ejercicios 'Ulchi Freedom Guardian', la mayor simulación bélica computerizada del mundo, que Pyongyang considera un simulacro de invasión de su país, y dijo que han "aprendido la lección" de que con Washington "se debe actuar, no hablar". "Los Estados Unidos imprudentemente rechazan la iniciativa de la República Popular Democrática de Corea para aliviar la tensión extrema", apuntó Kim, quien aseguró que "seguirá observando el comportamiento de Estados Unidos como ya declaró y decidirá su acción futura de acuerdo con él", recogió KCNA.