A las cinco y media de la mañana, hora española, tiembla la tierra al sureste de China. El origen del temblor es un seísmo de magnitud 6,3 con epicentro en Corea del Norte, muy cerca de la base en la que Pyonyang ha realizado todas sus pruebas nucleares. Minutos después, se produce un segundo temblor, esta vez, de 4,1.

Japón es el primero en confirmar que no ha sido un terremoto natural: "Hemos llegado a la conclusión de que Corea del Norte ha realizado un ensayo nuclear". Es el sexto que Pyonyang realiza en su historia y el más potente hasta la fecha. Corea de Norte asegura que lo que ha probado es una bomba de hidrógeno que han conseguido reducirla lo suficiente como para insertarla en un misil intercontinental con el que podrían alcanzar la costa oeste de Estados Unidos. "Es un paso significativo para completar nuestro programa nuclear"

Aunque en Pyonyang ya celebran el momento, por ahora, nadie da por bueno que Corea del Norte tenga 'la bomba H', un arma nuclear más potente que la bombas atómica. Japón ya ha enviado aviones para recoger muestras y China está midiendo los niveles de radiación en su frontera con Corea del Norte.

El Organismo Internacional para la Energía Atómica reclama a Pyonyang que cumpla las resoluciones de la ONU: "Este ensayo nuclear por parte de Corea del Norte es extremadamente lamentable". China, Rusia, Japón y Corea del Sur, entre otros, han expresado su enérgica condena a este nuevo ensayo que, dice Macron, debe tener una respuesta firme y rápida por parte de la comunidad interncaional.