Jeremy Corbyn sigue sin aceptar la invitación de diálogo de Theresa May. Sigue manteniendo su principal línea roja: "Saca el no acuerdo de la mesa ya, por favor" dijo Corbyn.

No se sentará en la mesa de negociación hasta que quede fuera la sombra de un Brexit duro. Y a pesar de no haber prosperado en su moción de censura, el líder de los laboristas plantea dos escenarios: Unas elecciones generales para romper el bloqueo y una segunda que ya cuenta con el apoyo de varias formaciones, una votación pública.

Una opción que el Gobierno ni se plantea. La primera ministra quiere de una vez por todas llevar a cabo el Brexit. "Es hora de juntarnos, anteponer el interés nacional y cumplir con el referéndum", afirmó May.

Y para conseguirlo lleva una mañana frenética de negociaciones para poder sacar adelante su plan B. Aunque el tiempo corre en su contra, tiene que ser presentado el lunes en el Parlamento. Allí será votado el 29 de enero.

Si no se llega a un acuerdo en esa fecha, el Brexit seguiría bloqueado. Tony Blair pide que el Gobierno negocie una prórroga con Bruselas. "Si yo fuera el Gobierno estaría negociando una extensión de tiempo", afirma Blair.

Un tiempo para que el Reino Unido siga reflexionando sobre un futuro cada vez más incierto.