Ante el bloqueo en la frontera, el río sigue siendo la única vía para llegar a México. Los que pueden, pagan para que estas embarcaciones ilegales les acerquen al otro lado. Otros, se juegan la vida cruzando el río a pie, agarrándose a una cuerda. "Nos arriesgamos mucho a pasar el río. Arriesgamos la vida porque en Honduras no hay futuro", cuenta un hombre.

El camino continúa con las pertenencias a cuestas y con niños en brazos. El cansancio hace mella y no todos aguantan. En la frontera, México ha permitido el paso a algunos migrantes, pero en el puente que separa los dos países, continúa la desesperación. "Por favor, tengan misericordia de nosotros y de los niños, ya no aguantamos", reclama una mujer. Otra, asegura: "Hoy nosotros vivimos esto, pero mañana lo pueden vivir ellos".

La falta de alimentos y de agua pasa factura y muchos, a pesar de la larga travesía, deciden volver a su país. "Como vimos que ya no se puede, no quieren abrir el portón, nos toca regresar", lamenta un hombre.

Se estima que más de 5.000 personas han entrado a Guatemala y casi la mitad han retornado. Jimmy Morales, presidente de Guatemala, ha declarado que "unas 2.000 personas ya han sido retornadas de forma segura a territorio hondureño".

En plena crisis, Donald Trump sigue utilizando la situación de los migrantes como arma política. "A los demócratas no les importa que una avalancha de inmigrantes ilegales arruine nuestro país". ha asegurado el presidente de EEUU. A menos de tres semanas de las elecciones, ha vuelto a criminalizar a las miles de personas que intentan llegar a Estados Unidos.