El borrador de la resolución consideraba que el ataque representa una violación del derecho internacional y de la Carta de Naciones Unidas y pedía a las tres naciones que eviten en el futuro el uso de la fuerza contra el régimen de Bashar al Asad.

El documento sólo logró el apoyo de tres representantes del consejo, ocho votaron en contra y 4 se abstuvieron, por lo que no obtuvo un mínimo de nueve votos favorables para que pudiera ser aprobado el proyecto.