Esta nueva resolución afecta a nueve individuos y cuatro entidades, entre ellas el principal banco de intercambio de divisas norcoreano, que se sumarán a la actual "lista negra" que baraja la ONU.
La embajadora estadounidense, Nikki Haley, ha aplaudido la aprobación de las nuevas sanciones y ha asegurado que su país "está y seguirá adoptando prudentes medidas defensivas para protegerse él y a sus aliados".
"La amenaza norcoreana aumenta con rapidez y es cada vez más peligrosa", ha hecho saber en su declaración tras conocer las sanciones, antes de avisar que "es necesario tomar medidas adicionales". "No deberíamos engañarnos creyendo que acabamos de solventar el problema. Ni de lejos", ha advertido.
Por su parte, el embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, ha pedido a las autoridades norcoreanas que "cancelen los programas proscritos", en referencia a su programa nuclear y de misiles de largo alcance y "vuelva a acatar "el Tratado de No Proliferación Nuclear y el monitoreo del Organismo Internacional de Energía Atómica".
Aunque China, gran aliada de Corea del Norte, ha sumado su apoyo a la resolución, su embajador ha aprovechado para criticar el despliegue del sistema estadounidense antimisiles THAAD en suelo surcoreano, una medida destinada a contener ataques de Pyongyang, pero que a juicio de Pekín amenaza con desestabilizar a la región entera.
El representante ruso ante Naciones Unidas ha recordado las maniobras militares de EEUU y sus aliados en la región, así como el envío a esta zona de bombarderos estratégicos y portaaviones.
"Hemos dicho en más de una ocasión que estas acciones no solo son un factor de irritación, sino que en general socavan el balance militar existente en la región y ponen en duda la seguridad de los países limítrofes", ha dicho.