El Gobierno de Austria valora confinar a todas las personas que no estén vacunadas a nivel nacional, después de que la región de Alta Austria impusiera restricciones de movimiento a los no inmunizados a partir del lunes en un intento para controlar el alto nivel de contagios de coronavirus.

"La situación es dramática", ha justificado hoy la medida Thomas Stelzer, el gobernador de ese Estado federal, uno de los nueve que forman Austria y que tiene una población de 1,5 millones.

Con sólo el 17% de la población total de Austria, esa región contabilizó hoy el 22% de todos los nuevos infectados registrados en las últimas 24 horas, y es también la región con menos tasa de población inmunizada.

El Gobierno austriaco ha confirmado el inicio, el próximo domingo, de las deliberaciones para declarar un estado de confinamiento nacional para la población no vacunada del país --aproximadamente el 35 por ciento de sus habitantes--, según ha informado el canciller, Alexander Schallenberg.

Las autoridades terminarán de concretar los términos de este posible confinamiento, que comenzaría en principio el lunes, tras un encuentro virtual con los gobernadores estatales y de una reunión del comité principal del Consejo Nacional que tendrá lugar también el domingo, según ha hecho saber en declaraciones recogidas por la radiotelevisión estatal ORF.

Austria ha contabilizado 11.975 nuevas infecciones de COVID-19, un nuevo máximo desde que comenzó la pandemia y casi diez veces más que hace un mes. El plan epidemiológico del Gobierno austríaco prevé que cuando 600 camas de cuidados intensivos, el 30 % del total, están ocupados por enfermos de esta enfermedad se apliquen "restricciones de movimiento" a quien no esté vacunado o no haya pasado la enfermedad.

A fecha de ayer había 420 pacientes de COVID ingresados en UCI, 200 más que hace una semana. El canciller federal, Alexander Schallenberg, ha advertido de que se "está a pocos días de tener que imponer un confinamiento a los no vacunados", una medida que, ha afirmado, no es "querida ni deseada".

Desde el pasado lunes ya se aplica en todo el país la prohibición de acceder a locales de gastronomía, a centros de estética y a eventos con más de 25 personas a los no vacunados, una restricción que el canciller ha avisado que podría aplicarse durante todo el invierno. Por ello, apeló a la responsabilidad individual para que la gente acuda a vacunarse y confió en que ese "escenario amenazador" surta efecto.

"No veo (bien) que dos tercios pierdan libertad porque un tercio está dudando", ha remarcado, antes de explicar que es una cuestión de "solidaridad", que confinar a los vacunados "destruiría el incentivo para vacunarse" y tampoco está bien visto "desde un punto de vista democrático", donde "la mayoría sería tomada como rehén por la minoría", ha recogido el diario 'Die Presse'.

Austria es, con el 65%, uno de los países de Europa Occidental con menos porcentaje de población plenamente inmunizada contra el coronavirus. Las autoridades austríacas impusieron durante la primera oleada de la pandemia restricciones de movimiento, que limitaban a realizar tareas esenciales como acudir al trabajo, hacer la compra o ayudar a otras personas.