Europa se acerca sigilosamente a la Navidad poniendo contra las cuerdas a los no vacunados. En Alemania el ejército está preparando un despliegue de 12.000 soldados para estas fechas y Merkel ha sido rotunda, haciendo un nuevo llamamiento a la vacunación durante el sexto día con la incidencia disparada. Sajonia, por ejemplo, sobrepasa los 620 casos por cada 100.000 habitantes, con cuatro distritos de sus Länder superando los 1.000 casos.

En Países Bajos, se llevará a cabo una revisión durante tres semanas de todas las actividades, con Mark Rutte advirtiendo: "El virus está en todas partes".

Las fuertes protestas se han sucedido en La Haya después de que el primer ministro anunciase que el acceso a tiendas no esenciales será solo hasta las 18:00 horas y la hostelería tendrá que conformarse con cerrar a las 20:00. Además, durante las tres próximas jornadas, el fútbol se queda sin público.

Bélgica destaca por una incidencia que sobrepasa los 1.000 puntos, con Francia exigiéndoles a sus ciudadanos una PCR negativa de las últimas 24 horas para poder entrar al país. Su gobierno ha anunciado que los sanitarios no vacunados no podrán trabajar.

Unas medidas que recuerdan a las tomadas en Austria, un país donde el índice de inmunidad es solo de un 65%. Su primer ministro confinará desde este lunes a la población no vacunada. Algo que ya ocurre en la Alta Austria.

En Rusia, Putin ha creado su propio Pasaporte COVID. Sobre su mesa, un primer proyecto de ley que contempla el uso de códigos QR para acceder a eventos públicos. Medida que, si sale adelante, obligará a bares y restaurantes a exigirlo.