Jacob Chansley, el hombre que participó en el asalto al Capitolio de Estados Unidos disfrazado de bisonte, ha sido condenado a 41 meses de prisión -tres años y cinco meses de cárcel- en un tribunal federal del país. Él mismo ya había reconocido culpable de tal incidente y aceptó la pena recomendada.

El juez Royce Lamberth, de una corte federal del Distrito de Columbia. ha reconocido durante la vista para leer la sentencia que lo que hizo "fue terrible". Pese a opinar que los remordimientos expresados por Chansley son genuinos, Lamberth subrayó que el delito cometido por el conocido en EE.UU. como el "chamán de QAnon" es tan "grave" que no justifica una sentencia menor.

Chansley se mostró algo arrepentido durante la audiencia al reconocer que se equivocó, que su comportamiento ese día fue "indefendible" y que no tiene "excusas" para justificarlo. Es por ello que en septiembre se declaró culpable por el cargo de haber obstruido un procedimiento oficial durante una sesión del Congreso el pasado 6 de enero, cuando tuvo lugar el asalto al Capitolio.

Aquel día se iban a certificar los votos emitidos por el Colegio Electoral el pasado 14 de diciembre, que proclamaron a Biden presidente.

En su declaración de culpabilidad, que formó parte de un acuerdo con la Fiscalía, Chansley aceptó una pena recomendada de entre 41 y 51 meses de prisión, aunque se le descontará el tiempo que lleva en la cárcel desde el 9 de enero pasado.

Chansley es adepto a las teorías conspirativas del movimiento Qanon. Se convirtió en el asaltante más mediático del Capitolio ya que lo hizo disfrazado de bisonte y llegó a sentarse en la silla del presidente del Senado. Fue detenido tres días después y desde entonces ha permanecido entre rejas, aunque el interés mediático siguió activo por él después de exigir que le ofrecieran comida orgánica en la cárcel y negarse a comer durante nueve días hasta lograrlo.

Hasta ahora, más de 600 personas han sido imputadas en tribunales federales por el asalto al Capitolio. La sentencia contra Chansley sigue a la dictada la semana pasada por el mismo juez contra un hombre que golpeó a un policía durante el asalto al Capitolio, quien también fue condenado a 3 años y 5 meses de prisión. Estas dos son las penas más altas ordenadas hasta el momento contra imputados por ese suceso.