El Tribunal de Distrito de Gwangju (suroeste del país) ha declarado a Lee Joon-seok, de 68 años, culpable de homicidio accidental, ya que escapó del buque sin atender a la seguridad de los pasajeros durante el naufragio del 16 de abril, en el que murieron 304 personas, de los que 9 continúan desaparecidos.
La sentencia pone fin al juicio iniciado en junio pasado al capitán -para el que los fiscales habían pedido pena de muerte- y otros 14 tripulantes del Sewol. El tribunal también ha condenado a 30 años de cárcel al jefe de máquinas, a 20 años al primer oficial del ferri y a 15 años al segundo oficial, por omitir su deber de socorro cuando se hundía el buque.
El juez expuso en su sentencia que el capitán fue el máximo responsable del trágico final del naufragio, ya que retrasó la orden de evacuación, no tomó las medidas oportunas cuando el barco comenzó a hundirse y posteriormente no realizó esfuerzos para rescatar a los pasajeros. Sin embargo, finalmente decidió desestimar las acusaciones de homicidio doloso expuestas por los fiscales para solicitar la pena capital.
Curiosamente, al contrario que en el caso del capitán, el tribunal de Gwangju sí consideró que el jefe de máquinas identificado por su apellido Park, al que condenó a 30 años de prisión, cometió un homicidio doloso al abandonar en la cabina a uno de sus compañeros que se encontraba herido.
En cuanto a los 11 tripulantes restantes, han sido condenados a penas de entre cinco y diez años de cárcel. El juicio a la tripulación del buque Sewol ha generado una enorme atención mediática en Corea del Sur, un país que se vio sumido durante meses en un estado de conmoción por esta tragedia que acabó con la vida de unos 250 adolescentes estudiantes de bachillerato.
Además del juicio al capitán y a los tripulantes existen otros procesos abiertos contra funcionarios y directivos de la naviera del buque para depurar responsabilidades en el caso, al destaparse numerosas irregularidades que pudieron haber provocado el accidente. Las autoridades decidieron poner fin a los trabajos de rescate casi siete meses después de que ocurriera el suceso y cuando todavía quedan nueve cuerpos por recuperar.