Un jurado de Estados Unidos ha declarado culpable del asesinato de varios rehenes al terrorista del Estado Islámico El Shafee Elsheikh, que también participó en el secuestro de tres periodistas españoles: Marc Marginedas, Javier Espinosa y Ricard García Vilanova.

Elsheikh ha sido declarado culpable por participar en el asesinato de varios rehenes, incluida la decapitación de los periodistas estadounidensesJames Foley y Steven Sotloff en 2014 en Siria.

La célula terrorista a la que pertenecía, conocida como los 'Beatles' por su acento británico, también participó en el secuestro en ese país de García Vilanova, Espinosa y Marginedas, que ha celebrado "que se haya hecho justicia a las familias" de los asesinados, a quienes ha recordado a través de Twitter:

Por su parte, Espinosa, corresponsal de el periódico 'El Mundo' que estuvo seis meses retenido en Siria, describió a Elsheikh como el terrorista "más loco" y "más brutal" de los que le secuestraron. Los integrantes de los 'Beatles' eran conocidos por la crueldad con la que trataban a los rehenes, a quienes torturaban, humillaban y golpeaban, forzándoles incluso pelear entre sí hasta perder el conocimiento.

Elsheikh fue capturado en 2018 por milicias kurdas en Siria y durante el proceso judicial en EEUU confesó que había formado parte de dicha célula. Explicó que, entre otras cosas, se encargaba de contactar a las familias de los rehenes para mostrarles que seguían vivos y pedir una recompensa por su liberación.

El jurado daba a conocer su veredicto tras deliberar durante cuatro horas en una corte federal de Alexandria (Virginia). El siguiente paso es que un juez del tribunal fije la condena para el acusado, apodado 'Jihadi Ringo' y 'Jihadi George', que se enfrenta a una pena máxima de cadena perpetua.

Elsheikh pudo ser enjuiciado en EEUU por su papel en el secuestro de Foley y Sotloff y de los trabajadores humanitarios Peter Kassig y Kayla Mueller. Foley, Sotloff y Kassig fueron decapitados y sus asesinatos fueron grabados y difundidos a modo de propaganda, mientras que el jefe del Estado Islámico, Abu Bakr Al Baghdadi, eligió a Mueller como su rehén personal. Fue violada en repetidas ocasiones antes de ser asesinada.