Los líderes del G-7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido) se han comprometido a prohibir las importaciones de petróleo ruso al término de la cumbre a distancia mantenida este domingo, según la declaración final publicada por la Casa Blanca, para intensificar la respuesta internacional contra Moscú por la invasión de Ucrania.
Los líderes se "comprometerán a eliminar gradualmente la dependencia de la energía rusa, incluso eliminando gradualmente o prohibiendo la importación de petróleo ruso", según el texto. "Nos aseguraremos de hacerlo de manera oportuna y ordenada, y de manera que brinde tiempo para que el mundo obtenga suministros alternativos", añade la declaración.
"Mientras, trabajaremos juntos y con nuestros socios para garantizar suministros globales de energía, estables y sostenibles, a precios asequibles para los consumidores, incluso acelerando la reducción de nuestra dependencia general de los combustibles fósiles y nuestra transición a la energía limpia de acuerdo con nuestros objetivos climáticos", añade la nota.
Los líderes de las principales economías han realizado esta declaración tras una videollamada que ha contado con la participación del presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, en esta víspera del Día de la Victoria de Rusia, el 9 de mayo, que conmemora la victoria de Rusia sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial; fecha que se ha convertido en piedra angular de la campaña del Kremlin para conseguir el apoyo público a la invasión.
El anuncio tiene lugar además después de que la Unión Europea decidiera prolongar las negociaciones sobre su propia prohibición a las importaciones de petróleo ruso para intentar lograr la unanimidad necesaria, después de que este domingo Hungría mantuviera sus reservas al respecto. El encuentro concluyó sin acuerdo tras una hora y media de debate en el que ha quedado constancia de que Hungría reclama "más garantías" sobre las alternativas de suministro o compensaciones por romper con el flujo ruso, han indicado a Europa Press diversas fuentes diplomáticas.
Volviendo a la declaración del G-7, sus líderes también se comprometerán a tomar medidas para prohibir o impedir la provisión de servicios clave de los que depende Rusia. "Esto reforzará el aislamiento de Rusia en todos los sectores de su economía", de nuevo según el texto, cuyos firmantes vuelven a declarar su respaldo a la soberanía e integridad territorial de Ucrania, a las investigaciones internacionales sobre crímenes de guerra contra el presidente ruso, Vladimir Putin, y la seguridad económica y alimentaria mundial frente al impacto internacional del conflicto.
Asimismo, Estados Unidos ha anunciado nuevas sanciones particulares contra los sectores de comunicaciones, financiero, industrial, nuclear y militar de Rusia.
Las sanciones afectan a tres cadenas de televisión rusas (Canal 1, Rossiya 1 y NTV), según el comunicado también remitido por la Casa Blanca, que "se encuentran entre las mayores receptoras de ingresos extranjeros, que retroalimentan a su vez los ingresos del Estado ruso".
Además, Estados Unidos prohíbe terminantemente a sus ciudadanos que proporcionen servicios de gestión financiera a personas de nacionalidad rusa, de acuerdo con el documento, que refleja además nuevas restricciones al sector industrial ruso, concretamente sobre siete navieras y la fábrica de armas Promtekhnologiya.
De igual modo, la Comisión Reguladora Nuclear de Estados Unidos suspenderá las licencias generales para exportar "material nuclear y deuterio" a Rusia, así como nuevas sanciones contra "élites rusas y familiares" y restricciones de visado adicionales para "oficiales militares rusos sospechosos de violaciones del derecho Internacional" durante el conflicto en Ucrania.
Por último, Estados Unidos también ha anunciado sanciones contra ocho ejecutivos de Sberbank, la institución financiera más grande de Rusia, otros 27 ejecutivos de Gazprombank, así como contra el Banco Industrial de Moscú y sus diez subsidiarias".