EE.UU. es uno de los países más afectados por la pandemia del coronavirus desatada en 2020. El país se encuentra al borde de confirmar los 9 millones de contagios, y ya ha superado la cifra de 225.000 fallecidos por la COVID, según el Centro de Recursos de la Universidad John Hopkins.

La situación requiere tomar medidas especiales en lugares y eventos donde pueda acumularse gente. Esto afecta directamente a las elecciones del 3 de noviembre, en las que se espera que voten millones de estadounidenses en su centro electoral correspondiente.

Para poder respetar la distancia social y la seguridad de los votantes, la Comisión de Asistencia Electoral de EE.UU. ha propuesto una serie de medidas para que sean aplicadas por las administraciones estatales y locales a cargo de las votaciones.

Entre ellas, se propone establecer 'Supercentros' electorales para reducir el número de localizaciones donde se pueda votar. La idea es que estos lugares puedan recibir al mismo número de votantes proyectados en el censo, pero que a la vez precisen de menos trabajadores electorales.

También se anima a crear un sistema de reserva de turno para que los votantes no tengan que hacer fila mientras esperan votar, aumentando el número de puntos de entrega del voto y de autoservicio de votación. También se propone la inclusión de ventanillas para separar a los trabajadores de los votantes.

Respecto a la seguridad de los trabajadores, se hace especial hincapié en la necesidad de asegurar equipos de protección para todas las personas involucradas en el correcto funcionamiento de las votaciones, como mascarillas y otros tipos de cubiertas faciales. Se recomienda establecer rotaciones de turnos entre los empleados y reducir al mínimo las interacciones cara a cara entre empleados y votantes.

También se recomienda buscar maneras de evitar contacto indirecto al pasar papeletas o documentos oficiales entre el votante y el trabajador, como por ejemplo estableciendo zonas neutras en las que depositarlos, y se recuerda la necesidad de seguir las normas de higiene y desinfección establecidas para lugares públicos. Según la Comisión de Asistencia Electoral, los organismos a cargo de las votaciones deben asegurar la provisión de suministros de limpieza y protección.

Entre otras consideraciones, la comisión también recomienda de manera preventiva realizar un esfuerzo previo en informar sobre el proceso de votación, para evitar largas colas de espera en las que se puedan producir contagios.

Más facilidades para votar por correo

En estas elecciones presidenciales de 2020, los estados de EE.UU. han facilitado el voto por correo a causa de la pandemia de coronavirus, según señala la web del gobierno estadounidense.

Sin embargo, no todos los estados piden los mismos requisitos para votar de esta forma y, por tanto, los ciudadanos debían asegurarse de ellos a través de la oficina electoral de cada estado. Mientras que unos estados han enviado papeletas a todos los votantes registrados, otros solo las han enviado a aquellos que las solicitaron siguiendo unos requisitos, como tener una edad determinada, una enfermedad o estar fuera del estado.

A pesar de las complicaciones y de que Trump pusiera en duda la legalidad de esta forma de ejercer el derecho, el voto por correo se ha disparado este año con una participación de más de 59 millones de estadounidenses, según recoge el Think Tank Southern Poverty Law Center. Se espera que la participación alcance los 150 millones de votantes el día 3 de noviembre.