Argelia cerrará el gaseoducto que lleva gas a España a través de Marruecos el 31 de octubre. La hostilidad entre los dos países de África ha llevado a Argelia al cierre, y a quedarse solo con una vía para llevar el gas a España, la que llega hasta Almería.
En este sentido, Carlos Palomino, analista del EOM ha señalado que "quitar una vía de salida te puede afectar en el momento en que tengas un problema en la única que te queda".
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha estado esta semana en Argelia reunido con el presidente argelino y los principales representantes de la industria. Pese a que el gobierno argelino asegura que esta decisión no nos afectará y que el suministro está garantizado, está por ver los efectos que tendrá en su pésima relación con Marruecos.
Y es que Argelia y Marruecos rivalizan por la hegemonía regional y llevan años en una carrera armamentística que se ha acelerado en los últimos meses. Ambos países están entre los cinco países con más fuerza armamentística de toda África, lo que provoca que cualquier movimiento eleve la tensión que existe desde años.
"La tensión eleva el dilema de seguridad. Si el rival se arma, tú también", afirma al respecto Haizam Amirah Fernández, investigador principal de Mediterráneo y Mundo Árabe del Real Instituto Elcano, quien añade que la decisión actual de Argelia "crea un clima de mayor hostilidad entre los dos países que pelean por la hegemonía regional".
Golpe económico para los países implicados
Además, se trata de un golpe económico para todos los países implicados. Argelia tendrá menos capacidad para exportar y Marruecos menos beneficios, ya que este último "cobra un peaje de un 7% del valor del gas y utiliza parte de ese gas argelino para su consumo interno", tal y como indica Palomino.
Y, por si fuera poco, también se complica la situación estratégica de toda la zona. "Esto no contribuye a la estabilidad regional, ni tampoco a la cooperación en ámbitos muy importantes más allá de lo económico, como la seguridad, la resolución de conflictos", advierte Haizam Amirah Fernández.