Comienza el juicio contra la mujer que dejó morir de sed a una niña yazidi de tan solo cinco años. La acusada ha entrado en el juzgado ocultando su rostro.

La Fiscalía alemana asegura que cometió el atroz delito en Irak en 2015 cuando, junto a su esposo, la acusada de origen alemán y miembro de las brigadas de ISIS, compró a la niña y a su madre para convertirlas en esclavas.

Una noche que la niña se encontraba enferma, mojó la cama. Entonces, como castigo, fue encadenada bajo el sol a 45ºC, hasta que murió. Al juicio acudirá también la madre de la pequeña como testigo y parte de la acusación.

Amal Clooney será su abogada en un juicio que puede abrir un importante camino: que se consideren los crímenes de Daesh contra la minoría yazidi como un auténtico genocidio.