Las imágenes son sorprendentes por la temeridad: un coche amarillo atraviesa sin ningún control y a gran velocidad un río helado en Canadá.

Lo que ocurre no sorprende a nadie: el peso del vehículo hace que ceda el hielo y comience a hundirse en pocos minutos. Sin embargo, su conductora decide emplear el tiempo que le queda en sacarse una foto con su coche mientras se hunde. Puedes ver el momento en el vídeo principal de esta noticia.

La joven ha sido rescatada ilesa, aunque ha sido acusada de conducción temeraria.