A poco más de cinco días para las elecciones, Clinton y Trump vuelcan sus esfuerzos en los estados clave, Carolina del Norte y Florida. Significarán el jaque mate ganador para el que los consiga. "Si ganamos habrá una diferencia real y positiva en vuestras vidas", afirma Clinton.

En Carolina del Norte con respecto a 2012, los demócratas han sufrido una caída del voto anticipado del 16%. Obama les ha recordado lo crucial que es acudir a las urnas: "Odio meter presión pero el destino de nuestro país recae en vuestros hombros".

El presidente se dirigía primordialmente a los afroamericanos, el 20% de la población de Carolina del Norte. Los que tienen la llave de los 15 votos electorales en juego. Fundamentales para reunir los 270 necesarios para llegar a la Casa Blanca.

Ningún candidato quiere confiarse. Trump, que según los últimos sondeos ganaría Florida con una ventaja del 0,7%, se ha alejado de triunfalismos: "Las encuestas dicen que ganaremos aquí. No os la creáis. No hagáis caso. Salid y votad. Fingid que vamos ligeramente perdiendo".

Florida supone 29 votos electorales y la comunidad hispana, el 24%, va a determinar el ganador. Especialmente los puertorriqueños, los latinos más numerosos de Florida, más de un millón, superando a los cubanos.

El equipo de Hillary ha contraatacado con un anuncio donde recopilan los apoyos de los Obama, Bernie Sanders, Elisabeth Warren.