Uno de los asuntos más comentados en Estados Unidos tras la resolución del 'impeachment' contra Trump es la diferencia entre la reacción de este a su absolución y la de Bill Clinton, el anterior presidente sometido a este tipo de juicio.

La distancia es clara. Frente al discurso solemne y arrepentido del demócrata, el espectáculo y los insultos del republicano. Una diferencia que puede apreciarse desde el momento en el que se escucha el famoso mensaje que anuncia su aparición.

"Señoras y señores, el presidente de los Estados Unidos", se escucha en los altavoces. Unas palabras que, en el caso de Trump, van acompañadas del himno estadounidense y vitoreos de sus colegas de partido.

Una entrada que contrasta con el silencio que acompañó a Clinton, solamente roto por los 'flashes' de las cámaras. Pues para el republicano, su absolución es una victoria, una celebración en la que no muestra ni un solo ápice de arrepentimiento.

El demócrata, por el contrario, se mostró muy consternado y pidió disculpas por el proceso: "Estoy profundamente arrepentido por lo que he dicho y hecho y la gran carga que ha supuesto para el Congreso y al pueblo de Estados Unidos".

Frente a los momentos en los que a Clinton le cuesta articular las palabras, se encuentra un Trump a quien se le llena la boca de descalificativos, especialmente aquellos dirigidos a los demócratas que impulsaron el 'impeachment': Schiff y Pelosi.

Sus colegas lo respaldan con unas palmadas de apoyo en un abrazo victorioso. A Clinton no le esperan con los brazos abiertos. Él habla de "un tiempo de reconciliación para EEUU" y, después, insiste en sus disculpas.

Dos formas de encarar la absolución que, sin duda, resonarán en la historia del 'impeachment'.