La invasión terrestre de Rafah está cada vez más cerca. La madrugada de este lunes el Ejército israelí ha empezado la evacuación forzosa de unos 100.000 palestinos de esta ciudad ubicada al sur de Gaza. Tras meses de preparación, Israel parece decidida a invadir una zona donde se concentran 1,4 millones de palestinos tras huir del norte de la Franja de Gaza. El anuncio llega tras días de negociaciones de un alto el fuego que parecía cerca, pero ahora se aleja. "Es una escalada peligrosa que tendrá circunstancias", ha advertido Hamás tras conocer la decisión de Israel.

Desde el principio, esta operación ha contado con el rechazo de Estados Unidos, el principal aliado de Israel, desde el principio. Por eso, la espera durante meses de Israel se debe a la presión internacional. Por su parte, hasta el momento, el país norteamericano no se ha pronunciado, pero ya ha sido informado por el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant. Según un comunicado del ministro, la operación iniciada este lunes en Rafah con la orden de evacuación a los civiles de la parte este de la ciudad "se produce como consecuencia del rechazo de Hamás a una tregua a cambio de la liberación de los rehenes israelíes".

Aunque el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ya advertía la madrugada de este lunes de sus intenciones: "Desde aquí, desde Jerusalén, estoy enviando un mensaje muy claro: no encadenarán nuestras manos, e incluso si Israel tiene que quedarse solo, se quedará solo y seguirá luchando contra nuestros enemigos hasta la victoria". Para Israel, Rafah es el último bastión de Hamás y cree que esta invasión acabará con el movimiento islamista, sin pensar en acabarán con miles de vidas inocentes.

1,4 millones de palestinos malviviendo en su último refugio

Alrededor de 1,4 millones de palestinos -más de la mitad de la población de Gaza- están hacinados en la ciudad y sus alrededores. La mayoría de ellos huyeron de sus hogares en otras partes del territorio para escapar del ataque de Israel y ahora enfrentan otra medida desgarradora, o el peligro de enfrentar la peor parte de un nuevo ataque. Viven en campamentos de tiendas densamente poblados, refugios desbordados de la ONU o apartamentos abarrotados, y dependen de la ayuda internacional para obtener alimentos, con sistemas de saneamiento e infraestructura de instalaciones médicas paralizados.

Al sur de esta ciudad, desbordada por el flujo de civiles, ya no queda un refugio. Mientras, los residentes de los barrios orientales de la ciudad sureña gazatí de Rafah, próximos al denominado corredor Filadelfia fronterizo con Egipto, han recibido mensajes instándoles a evacuar y dirigirse hacia la "zona humanitaria" de Al Mawasi, según ha informado este lunes el Ejército israelí. De momento, asegura que es una "operación limitada" que supone la evacuación forzosa de "100.000 palestinos".

"De acuerdo con la aprobación del Gobierno (israelí), una evaluación de la situación en curso guiará el movimiento gradual de civiles de las áreas especificadas hacia el área humanitaria" de Al Mawasi, ha señalado el Ejército en un comunicado. La orden de evacuación es "temporal" y ha sido transmitida a través de carteles, mensajes SMS, llamadas telefónicas y difusiones en los medios de comunicación en árabe.

Por qué Israel considera clave esta invasión

Netanyahu ha afirmado en reiteradas ocasiones que uno de sus principales objetivos es destruir las capacidades militares del grupo insurgente islámico. Israel sostiene que Rafah es el último gran bastión de Hamás en el enclave.

Israel afirma que Hamás tiene cuatro batallones en Rafah y que debe enviar a sus tropas terrestres para neutralizarlos. El Estado judío, asegura que algunos altos cargos insurgentes podrían estar escondidos en la ciudad.

El principal paso de la ayuda humanitaria, en peligro

Israel está decidido a lanzar una ofensiva terrestre contra Hamás en Rafah, la ciudad más meridional de Gaza, un plan que ha generado alarma mundial debido al potencial de daño a más de un millón de civiles palestinos que se refugian allí. Pero es que, además, ante una ofensiva en Rafah, quedaría cerrado el paso fronterizo entre Egipto y Gaza, por el cual entra la mayor parte de la asistencia internacional.

Según el comunicado del Ejército israelí, la zona de Al Mawasi, próxima a Jan Yunis, ha sido ampliada, está recibiendo más ayuda humanitaria como "hospitales de campaña, tiendas, mayor cantidad de alimentos, agua, medicamentos y suministros adicionales". Sin embargo, el director de la Agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini, denunció anoche que Israel le había negado dos veces en la última semana la entrada a Gaza, así como un aumento de los ataques contra los convoyes humanitarios y su personal.

La ONU hace pocos días ya advertía de que una invasión terrestre en la ciudad provocaría una auténtica catástrofe. "Cualquier operación terrestre en Rafah significará más sufrimiento y muerte" para los palestinos desplazados que se refugian en la ciudad más meridional de la Franja y sus alrededores, según ha afirmado este viernes en una conferencia de prensa en Ginebra el portavoz de la Oficina de la ONU para Asuntos Humanitarios (OCHA), Jens Laerke.