A dos días de que el Parlamento vote, a May no le salen las cuentas. Si su acuerdo con la Unión no prospera, el Brexit entra en una fase incierta.

Algunos quieren retrasar la salida la Unión para seguir negociando. Pero eso no depende de May. "Para que se amplíe el plazo de negociación los 27 tienen que estar de acuerdo", explica Miguel Ángel Benedicto, profesor de Relaciones Internacinales en la Universidad Europea.

En Bruselas ya le han dicho que el texto del acuerdo no se toca. Y menos aún la "salvaguarda irlandesa", que evita una frontera dura entre Irlanda y el Ulster manteniendo esa región en la Unión Aduanera, el punto más polémico en Reino Unido.

Lo único que Londres puede hacer de forma unilateral es suspender el Brexit. Federico Steinberg, analista del Real Instituto Elcano lo explica: "Sí puede retirar el artículo 50 aunque políticamente eso no sería viable en el contexto actual". Y no es viable porque tendría que aprobarlo el Parlamento y hay división incluso dentro de las bancadas tory y laborista.

Si los Comunes no aprueban el pacto de May con la Unión y no hay alternativa, podría llegarse a un Brexit sin acuerdo. Es un escenario que nadie desea. Implicaría aranceles y dejaría a los británicos en Europa y a los comunitarios en Reino Unido al albur de acuerdos bilaterales.

Ante ese panorama, cada vez más voces piden un segundo referéndum. Quieren tener la última palabra. "Votar entre este acuerdo de salida y no salir. O entre este acuerdo de salida y salir sin ningún acuerdo", analiza Steinberg.

Pero en esto, como en to do lo demás, hay divisiones. Otras voces exigen que se respete el resultado de hace dos años. May no quiere convocar una segunda consulta y Corbyn tampoco lo ha pedido.

Aunque las bases laboristas le presionan para hacerlo, él prefiere que haya elecciones anticipadas. Podrían producirse si la premiera ministra dimite, si ella misma las convoca o si los laboristas consiguen apoyos para una moción de censura.

En todos los escenarios, el protagonista es el mismo. "La pelota ha pasado del gobierno May al Parlamento británico. Ahora es el Parlamento británico el que tiene la sartén por el mango", cuenta Benedicto. Todos los caminos del Brexit pasan por Westminster.