Es la reunión que centra todas las miradas del mundo. Putin ha recibido a Xi Jinping en Moscú durante su primera visita a Rusia desde que comenzó la guerra.
Nada más aterrizar, Xi ha recalcado que China y Rusia son buenos vecinos y socios confiables. En la misma línea, Putin ha destacado este lunes en la prensa china que Xi es un buen viejo amigo.
Una visita de dos días con la que ambos países pretenden formalizar un nuevo capítulo en su amistad y abordar sus posiciones en la guerra de Ucrania. Pero que como ha señalado en 'Al Rojo Vivo' Julio Ceballos, consultor de negocio en China y autor del libro 'Observar el arroz crecer', esta relación con Rusia "está poniendo a China es una posición muy incómoda en la que tiene que elegir entre Rusia y Occidente" que se trata no de una alianza, sino de "un alineamiento de interés circunstancial".
Jesús A. Núñez Villaverde, codirector del 'IECAH', ha apuntado que China "va a apoyar a Rusia para que pueda por un lado servir de alternativa para crearle problemas a Estados Unidos, pero no se la va a jugar por Rusia".
Lo que sí ha querido dejar claro China es su postura ante la posibilidad de que puedan apoyar militarmente al Kremlin. Su portavoz de Exteriores ha asegurado -con ataque directo a Estados Unidos- que no es el lado chino, sino el lado estadounidense el que está suministrando armas en el campo de batalla de Ucrania.
Desde Occidente esperan que este viaje impulse las negociaciones de paz. El ministro de exteriores de España, José Manuel Albares, pide que de este encuentro salga un mensaje claro de que Vladimir Putin debe abandonar su guerra ilegal y unilateral.
Algo que sería el trasfondo de este viaje, porque según apuntan algunos medios estadounidenses, tras esta visita Xi podría reunirse por videoconferencia con Zelenski.