El aumento de tropas rusas en la frontera con Ucrania ha hecho saltar todas las alarmas. La reunión de los ministros de Exteriores del G7 en Liverpool pretende dar una imagen de unidad ante el posible ataque de Rusia. Europa y Estados Unidos ya han avisado a Putin de que ese ataque podrá tener "severas consecuencias", insistiendo en que no enviarán tropas si finalmente invade el suelo ucraniano.

La reunión de Putin y tampoco ha rebajado la tensión. Eduardo Saldaña, codirector de Orden Mundial, explica en el vídeo que Rusia busca un acuerdo y "establecer unas zonas de influencia que eviten que Ucrania ingrese en la OTAN". Ese acercamiento de Ucrania a la OTAN pone nervioso al Kremlin, como cuenta a laSexta Carmen Claudin, investigadora asociada Senior del Barcelona Centre for International Affairs (CIDOB).

"Todo aquello que suponga el acercamiento de estos países a Occidente es visto por Moscú como una puesta en marcha de una dinámica que es forzosamente agresiva", afirma. EEUU y la OTAN descartan una intervernción militar y con eso es precisamente con lo que Putin está jugando.

"Esto envalentona al Kremlin. Saben perfectamente que la Unión Europea, ni EEUU, ni la OTAN van a recurrir a la respuesta militar", agrega Claudin. Porque ya ocurrió en 2014 con la peninsula de Crimea, ocupada por Rusia desde entonces, o en la región de Donbass, donde los enfrentamientos entre las fuerzas prorrusas y el ejército de Ucrania han aumentado en los últimos días.

LA OTAN exige a Rusia rebaje inmediatamente la tensión, mientras que Putin hace oido sordos, y continua caminando en la otra dirección.