Decenas de personas han salido a las calles de Kiev, la capital de Ucrania, para protestar contra la detención del expresidente georgiano Mijail Saakashvili, que habría sido arrestado por segunda vez tras burlar la custodia policial anteriormente.
El exdirigente, que se ha convertido en una figura clave de la oposición ucraniana, rechazó presentarse ante el fiscal general del país, Yuri Lutsenko, y arremetió contra el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko.
La tensión ha aumentado en el país después de que el también exgobernador de la región ucraniana de Odesa fuera liberado por sus seguidores del furgón policial en el que estaba siendo trasladado por Kiev tras ser detenido por la Policía.
Lutsenko, que ha acusado al expresidente de "ayudar a miembros de organizaciones criminales", ha confirmado la detención de Saakashvili y ha asegurado que ésta se llevó a cabo de la forma más pacífica posible, para evitar la "violencia extrema y un baño de sangre".
La Fiscalía lo acusa de haber organizado protestas para tomar el poder en Ucrania y ayudar a miembros de un grupo criminal vinculado con el expresidente ucraniano Viktor Yanukovich y un joven empresario, Sergei Kurchenko, a obstaculizar su persecución judicial.
Saakashvili, que ha negado reiteradamente tales acusaciones, contaba con 24 horas para entregarse a la Policía tras ser liberado por sus seguidores.
Poroshenko, por su parte, ha alegado que el caso contra Saakashvili es legítimo y que éste debería cooperar con las investigaciones. "Si huye de las pesquisa socava su credibilidad", ha manifestado.