El secreto de un grupo de científicos españoles ha sido estudiar los mecanismos de defensa y las proteínas denominadas CRISPR-Cas de 59 bacterias que vivieron en la tierra hace miles de años. "Si queremos encontrar nuevo conocimiento, nuevos medicamentos y nuevas estrategias terapéuticas, tenemos que seguir buscando en bacterias", asegura uno de los expertos de este proyecto, Lluís Montoliu.
Este grupo de científicos ha analizado el sistema inmunitario de estos microorganismos desconocidos y han constatado que esas CRISPR-Cas son capaces de inactivar genes malignos. "Hay muchas enfermedades que puede tratarse inactivando un gen", ha señalado este científico. Y aquí estarían algunos tipos de cáncer.
La forma de hacerlo sería a través de una copia del mecanismo por el cual estas bacterias han combatido todo tipo virus durante tantos años. Así, podrían crear, por ejemplo, antivirales más eficaces o nuevos medicamentos para enfermedades comunes. Pero antes trabajan con ratones para validar la seguridad y eficacia de estos tratamientos, explica Montoliu.
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Los expertos confían en que desentrañando el funcionamiento de estas proteínas, se puedan elaborar estudios genéticos para detectar precozmente el alzhéimer, la artrosis o la diabetes e, igualmente, crear nuevos medicamentos para combatirlas. "O para luchar, por ejemplo, contra el COVID", añade. Por el momento, están pendientes de llevar a cabo ensayos con humanos, pero aseguran que tienen entre las manos una de las mejores herramientas para modificar el ADN y corregir mutaciones genéticas.